jueves, 9 de octubre de 2008

Absurdo, ilógico, demagógico y poco realista el programa para enfrentar la emergencia económica propuesto por Felipe Calderón, declara Di Costanzo

Ciudad de México, 9 de octubre de 2008
Servicio informativo núm. 537

Sumario:

I.
Absurdo, ilógico, demagógico y poco realista el programa para enfrentar la emergencia económica propuesto por Felipe Calderón, declara Mario di Costanzo

II. ¡Alto a la especulación financiera en nuestro país! Declaración del diputado electricista José Antonio Almazán

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ABSURDO, ILÓGICO, DEMAGÓGICO Y POCO REALISTA EL PROGRAMA PARA ENFRENTAR LA EMERGENCIA ECONÓMICA PROPUESTO POR FELIPE CALDERÓN
por Mario di Costanzo, secretario de la Hacienda Pública del gobierno legítimo de México


El programa para impulsar el Crecimiento Económico y el Empleo, anunciado por Felipe Calderón y Agustín Carstens, resulta absurdo, ilógico, demagógico y poco realista, por lo que en nada servirá para palear la crisis de desempleo y deterioro en el nivel de vida de la población y la productividad de las empresas.

Para corroborar lo anterior solo basta señalar lo siguiente:

1. El marco macroeconómico es absolutamente inconsistente
De acuerdo con las nuevas proyecciones realizadas, se estima que la economía mexicana crecerá 1.8% durante el próximo año, y que el precio del petróleo será de 75 dólares por barril. Este nuevo contexto provocará, a decir de la SHCP, que las finanzas públicas dejarán de recibir ingresos por 27 mil 600 millones de pesos. Por lo que, en ausencia de otras medidas, el gasto público tendría que reducirse en la misma magnitud.

Sin embargo, resulta inconsistente en este nuevo escenario que si la economía mexicana va a crecer a casi la mitad de lo que se tenía previsto originalmente (3%) y el precio del petróleo se reduce en 5 dólares, es decir 75 en vez de 80, la pérdida total de ingresos sea de sólo 27 mil 600 millones de pesos.

Hay que tener presente que al crecer menos la economía, la empresas crecen menos, contratan menos personal y por lo tanto se recaudan menos impuestos, por lo que si ahora se estima que las empresas crecerán la mitad de lo que se tenía previsto, y a esto se añade que venderemos nuestro petróleo a un menor precio, la pérdida de ingresos debe ser superior a los 27 mil 600 millones de pesos.

Cabe mencionar que de acuerdo con la propia SHCP, por cada dólar que disminuye el precio del petróleo se dejan de percibir entre 7 y 8 mil millones de pesos, por lo que tan sólo por el menor precio del petróleo, se estarían dejando de ingresar entre 35 mil y 40 mil millones de pesos.

2. Los 90 mil 300 millones de pesos anunciados para el Programa de Infraestructura no son dinero fresco o adicional
La SHCP señala que se ha considerado un “estímulo fiscal” de 90 mil 300 millones que permitirán cubrir el efecto de los menores ingresos sobre el gasto programable (que es de 25 mil 100 millones de pesos) y establecer un programa de gasto en infraestructura por 65 mil 100 millones de pesos, que incluye el inicio de la construcción de una refinería y que los recursos (espacio presupuestario) provendrán de una reforma al esquema de inversión de Pemex, para lo cual se reformará la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria.

Dicha reforma busca “eliminar” el esquema de inversión de Pemex a través de Pidiregas, y convertir esta deuda en deuda presupuestaria de Pemex, para que sea éste el que la tenga que pagar con sus propios recursos; al mismo tiempo, se propone excluir, es decir, que no se cuenten los gastos de inversión en Pemex como un gasto del “presupuesto”.

Esta modificación provocará que el gasto de inversión de Pemex no se tome en cuenta para calcular el déficit público, es decir, que no afecte directamente a la cuenta de “gastos del gobierno” y por lo tanto no afectará el déficit público.

Y es aquí donde está el “truco”, ya que la propuesta de Calderón establece que “como ya no se va a utilizar el esquema de Pidiregas y Pemex va a pagar con sus recursos esta deuda”, ya no es necesario que se le asignen los 78 mil 300 millones de pesos que se proponía asignar el Presupuesto anterior (enviado el 8 de septiembre) para amortizar o pagar estos Pidiregas.

Luego entonces, esos 78 mil 300 millones de pesos que se tenían asignados para Pemex se le quitan (“ya que no los necesitará”) y se destinan al programa de infraestructura.

A estos 78 mil 300 millones de pesos se le añaden 12 mil millones de pesos, que se tomarán de un Fondo para Inversiones de Pemex, que se ha constituido con una pequeñísima parte de los excedentes petroleros, y se “empieza a construir una refinería”.

De tal manera (78 300+12 000=90 300), que quede claro que cuando mucho el dinero “fresco o nuevo” son los 12 000 millones que además ya estaba estipulado desde hace tiempo que eran para Pemex; o sea, le quitan 78 mil 300 y a cambio le dan 12 000 millones, y dejan que de por vida sea Pemex el que tenga que pagar con sus propios recursos toda la deuda de Pidiregas (una deuda costosa, que no la contrato esta paraestatal, sino fue obligado a contratarla por el gobierno federal).

Pero volviendo a la bolsa de los 90 mil 300 millones de pesos (mdp), Calderón y Carstens proponen que se distribuya de la siguiente manera:

Bolsa total: 90 300 mdp
- Inicio refinería: 12 000 mdp
Subtotal 78 300 mdp
- Compensar efecto de ingresos
en gasto prog.: 25 100 mdp

Subtotal: 53 100 mdp

- Programa de Infraestructura 53 100 mdp

De lo anterior se concluye que el Programa de Infraestructura no es con dinero fresco y que su “costo” será pagado por Pemex y no por el gobierno federal.

Por otro lado, se observa también que el Programa es claramente insuficiente en cuanto al monto de recursos destinados a infraestructura ante la magnitud del impacto de la crisis mundial; más aún si consideramos que “contablemente” el gobierno registraba las amortizaciones de Pidiregas como un gasto en inversión, por lo que al final de cuentas, el incremento “neto a la inversión” será de sólo 12 mil millones de pesos.

Sobre el resto del Programa de Crecimiento y Empleo, se puede concluir que son sólo una carta de buenos deseos, sin ninguna implicación positiva para la población.

Finalmente, se observa que Pemex es nuevamente quien pagará los platos rotos de la crisis, ante la negativa de Calderón y Carstens de ajustar los gastos superfluos que generarían ahorros de cuando menos 100 mil millones de pesos.

O bien emprender otro tipo de medidas, como la utilización del Fondo de Estabilización de los Precios del Petróleo, que actualmente tiene más de 57 mil millones de pesos, de utilizar 5 000 millones de dólares (60 mil millones de pesos) de reservas internacionales para destinarlas a programas de inversión, o incluso evaluar la posibilidad de incurrir en un moderado déficit público de 0.5% (equivale a 50 mil millones de pesos) o todas las anteriores, o bien una combinación de todas las anteriores, lo que daría un “espacio presupuestal” o (en español) recursos frescos por poco más de 250 mil millones de pesos.

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¡ALTO A LA ESPECULACIÓN FINANCIERA EN NUESTRO PAÍS!
Declaración del diputado electricista José Antonio Almazán


El secretario de Hacienda Agustín Carstens Carstens planteó recientemente a los medios de difusión sus apreciaciones sobre los efectos de la grave crisis económica que sacude a los Estados Unidos, y sus repercusiones en nuestro país. Su impresión al respecto es que “México está bien preparado” para resistir el efecto de la crisis financiera de Estados Unidos”.

Además, haciendo gala de demagogia o de ignorancia, declaró: “La fortaleza que tenemos en las finanzas públicas, el manejo del Banco de México, bancos en buena situación y poca dependencia del comercio exterior nos van a dar la fortaleza para navegar por aguas turbulentas en los próximos días”.

Tal parece que el secretario de Hacienda y Felipe Calderón son los únicos funcionarios que no se dan cuenta de la fuerte desaceleración económica a nivel mundial (como la denomina el Fondo Monetario Internacional), la cual está afectando tanto a las países desarrollados como a las economías emergentes, como es el caso de México.

Simplemente basta observar el comportamiento de nuestra economía en estos días para darnos cuenta que todo apunta a que se presente una verdadera recesión económica:

El peso mexicano ha caído severamente frente al dólar: hace unas horas se vendía un dólar hasta en $14.00 pesos, rebasando el monto que tenía en el sexenio de Luis Echeverría, nada más que sin los tres ceros que se le quitaron al peso en 1992, y con un poder adquisitivo por los suelos. Es tan grave este deslizamiento que según los expertos el peso se devaluó 14.46% en menos de dos semanas.

El precio del petróleo se desploma y está por debajo de lo presupuestado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, ubicándose en 78.03 dólares por barril, casi dos dólares por debajo de la propuesta del Ejecutivo, estimado en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2009.

Tal y como lo reconoce el Fondo Monetario Internacional(FMI), en su último informe sobre las Perspectivas de la economía mundial, a través de un comunicado de prensa de fecha 8 de octubre, los niveles de inflación crecerán enormemente a nivel mundial. Para el caso de los países denominados emergentes como México, se proyecta que la inflación se mantendrá en alrededor de 8% al final de 2008, y luego volverá a reducirse hasta un nivel de alrededor de 6.5% en 2009.

En este contexto de grave crisis económica, podemos llegar a las siguientes conclusiones:

El modelo económico neoliberal a nivel mundial, que apuesta todo a la regulación del mercado “sin la intervención del Estado”, es un fracaso como nos muestra esta crisis financiera internacional, que ha impactado negativamente tanto a las economía de Estados Unidos, como a los europeos, así como a América Latina, particularmente a México.

El modelo capitalista —que basa su existencia en la propiedad privada de las tierras, de las fábricas, de las materias primas, así como en la explotación de la fuerza de trabajo de millones de trabajadores en contraste con la acumulación de inmensas fortunas por unos cuantos multimillonarios, con sus recurrentes crisis estructurales, que se han venido presentando desde el siglo XIX hasta nuestros días— entra nuevamente a una etapa recesiva, mostrando que no constituye una alternativa para la sociedad humana. El capitalismo con estas crisis no sólo condena a la miseria a millones de seres humanos, sino que incluso pone en riesgo la existencia de la especie humana, aunado a la destrucción del medio ambiente y a las guerras de exterminio a nivel planetario.

Indiscutiblemente que esta crisis económica por la que estamos pasando es producto de la recesión en los Estados Unidos; sin embargo, un elemento que ha coadyuvado a ella es la mala administración de nuestras finanzas realizada por la banca mexicana, que es totalmente extranjera y que sirve a los intereses de la oligarquía internacional.

Coincidiendo con la propuesta de que para superar esta crisis es necesario eliminar el dispendio que hace el Ejecutivo con el erario público, además se requiere renacionalizar la banca en nuestro país, y ponerla al servicio de los intereses de nuestra nación.

Las cientos de organizaciones que enarbolamos el Programa Mínimo No Negociable, luchando por un proyecto de Nación Alternativo al Neoliberalismo, rechazamos que la Secretaría de Hacienda, al replantear su paquete económico para el 2009, pretenda recortar el presupuesto a los sectores estratégicos de nuestro país, recargando el peso de la crisis en las empresas públicas, en recortes al sector salud y a la educación.

Atentamente

Dip. José Antonio Almazán González

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Espurio, por Laura Itzel Castillo

Ciudad de México, 9 de octubre de 2008
Servicio informativo núm. 536


Sumario:

I.
Espurio, por Laura Itzel Castillo

II. Definición y crisis, por Luis Linares Zapata

III. Chinkultic: patrimonialismo estatal, criminalización y negación de derechos indígenas, por Magdalena Gómez

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ESPURIO
por Laura Itzel Castillo, secretaria de Asentamientos Humanos y Vivienda del gobierno legítimo de México
(publicado en El Gráfico el 8 de octubre de 2008)

Una felicitación para el maestro Miguel Ángel Granados Chapa. Un pésame a la familia de Susana Manzanares

El joven de 18 años que increpó a Felipe Calderón con el grito de “espurio” declaró más tarde a los medios: “Yo he decidido desde hace mucho tiempo que Calderón no es mi presidente. Llegó espuriamente. Entró a través de un fraude, he visto análisis estadísticos de las elecciones y es obvio que es un fraude. Hay asimetrías estadísticas que son imposibles de explicar a menos que haya un fraude”.

Andrés Gómez Emilsson, Premio Nacional de Juventud, sobresaliente en matemáticas, es estudiante del CCH, donde fue becado por la Asociación Mexicana Pro Colegios del Mundo para cursar en Oslo, Noruega, el semestre. Este brillante joven demostró con su actuación que, además del buen desempeño académico, tiene claridad y sobre todo valentía.

En el mismo evento, en Palacio Nacional, Mario Virgilio Jiménez, tesista en la licenciatura de Historia de la UNAM, secundó al galardonado desde el público. Mientras Calderón, en improvisado discurso, se refería al movimiento del 68, al autoritarismo, a las instituciones y a la libertad, el joven de 24 años le gritó: “¿Cuál libertad? ¡No hay libertad!”.

Ambos fueron ilegalmente privados de su libertad y llevados a la fuerza por elementos del Estado Mayor Presidencial a una habitación del Palacio Nacional, donde permanecieron aislados para ser interrogados y fotografiados. De ahí los trasladaron al juzgado cívico 33, donde estuvieron alrededor de una hora.

Unos días antes, en el Sexto Parlamento de las Niñas y los Niños de México, Luz Yuritzi Domínguez Vargas no bajó el brazo hasta lograr que Josefina Vázquez Mota le diera la palabra para reclamarle: “Queremos autoridades de carne y hueso, no queremos muñecos de aparador. Queremos que nuestras escuelas tengan las cosas necesarias para aprender, porque no cuentan con sanitarios y queremos que todas estén bien firmes para estudiar”. La menor, procedente de Tejupilco, estado de México, finalmente sentenció: “Según Felipe Calderón, nos ha enviado miles de millones de pesos y llegan por mitad, los desvían los presidentes, los gobernadores y los diputados”.

A pesar de los fuertes dispositivos de seguridad que se implementan desde Los Pinos, es imposible acallar las voces que denuncian la lacerante realidad. Hasta los actos infantiles se les salen de control. No hay respeto, no hay autoridad, no hay legitimidad.

La causa: no se puede exigir el respeto a la “investidura” de alguien que ha desobedecido el mandato del pueblo. El poder real sólo lo ejerce quien cumple cabalmente los requisitos para mandar. No se puede hablar de libertad y contra el autoritarismo si no se tiene autoridad moral para hacerlo. Porque, aunque Felipe se vista de seda… espurio se queda.

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DEFINICIÓN Y CRISIS
por Luis Linares Zapata, secretario de Desarrollo Económico y Ecología del gobierno legítimo de México

(publicado en La Jornada el 8 de octubre de 2008)

La crisis, ahora con ribetes claros de globalidad, no solamente es de corte económico-financiera, sino que despliega sus raíces y consecuencias en un amplio segmento de la vida organizada del país. Ésta, que es ya un corte drástico a normalidad, se acompaña con activos rasgos políticos y, más en lo profundo, la irán desplegando tanto sus aristas sociales como las inevitables afectaciones a su basamento cultural. Todo un reto de inteligencia e imaginación para los mexicanos de hoy. Momentos cruciales que requerirán de voluntades conjugadas y la movilización de recursos con los que puede contar la sociedad para hacerle frente. Tiempos de trabajos arduos, tensiones innegables y minuciosa preparación para un futuro congestionado que traerá veloces transformaciones.

De ahí las dudas que embargan a los mexicanos sobre la calidad de liderazgo que el oficialismo ofrece para hacerse cargo de tal situación. Urge darle sustento comprensible a lo que sucede, orientar a la ciudadanía ante la emergencia y apuntar salidas viables. Eso y no otra cosa lateral es lo que se solicita a gritos y por todos lados.

De la densidad de la crisis presente se desprenden las innumerables críticas al frívolo desempeño de las autoridades. De ella emanan los llamados para coordinar acciones concertadas, urgentes, bien cimentadas, que se oyen por doquier y que no encuentran eco en los aparatos de gobierno. Una vez más, en su relativamente corta estancia en los altos mandos federales, la derecha panista equivoca el diagnóstico de la actualidad y, en consecuencia, exhibe mediocres recetas para la acción.

Tanto la administración de los gerentes foxianos como el achicado club de los amigos de confianza que se cobijan tras el señor Calderón dan pruebas fehacientes de incapacidad para la apreciación conceptual de lo que está en juego y de sus timoratos y hasta torpes desplantes ante tan compleja realidad. De ahí la intranquilidad colectiva ante la habilidad de conducción del oficialismo. Por ello se forman nubarrones adicionales al de por sí cerrados horizonte que, hacia adelante, se forman ante los alarmados ciudadanos.

De esos titubeos y francas pérdidas de tiempo se desprenden las tardanzas para movilizar las energías nacionales que permitirían navegar, con las menores afectaciones, en medio de la tormenta que ya envuelve, casi por todos lados, al país. El señor Calderón y sus adláteres no logran, siquiera, armar un discurso creíble. Se atascan en lo circunstancial de una visita a Naciones Unidas combinada con aparentes promociones de negocios sólo para tomarse la foto en Wall Street, precisamente cuando tal santuario se derrumba con estrépito. Usan frases trilladas de catarros en un viaje intrascendente o reaccionan con enojos y fuerza desproporcionada ante pequeñas distracciones difusivas. Se irritan y hasta amenazan ante las invenciones de golpes de Estado ficticios que les diseñan sus propios difusores. Oyen los consejos de aventureros que persiguen jugosos contratos a cambio de reformas polarizantes de una sociedad ya bien irritada.

No alistan a la Fábrica Nacional contra las afectaciones que ya sufre en varios sectores de su actividad productiva, algunos de ellos cruciales como el turismo o la construcción. Tampoco llevan a cabo los preparativos fiscales o programáticos de emergencia que les permitan un rápido y adecuado desplazamiento para contener los problemas que se van presentando. Las cuentas externas, deficitarias en sumas estratosféricas, padecerán la estrangulación del crédito mundial.

La carestía, que se hizo cruento fenómeno permanente, dura más de un año de tocar a las puertas de las clases medias y ahonda la miseria. Ante ella no se instalaron paliativos, compensaciones ni rutas de salida. Por el contrario, se han ido exacerbando con los incrementos a las gasolinas, el descobijo a la agricultura y las ineficiencias en el uso de la inversión pública. El gasto corriente sigue indetenible su carrera de privilegios y alcanza la estratosférica suma de 400 mil millones de incremento en unos cuantos años de dispendio, reduciendo los de por sí escasos márgenes de maniobra que se tienen. En resumen, la inventiva conceptual del oficialismo no da para más. Se le ve acorralado por el derrumbamiento de su meca ideal: el entramado financiero de los americanos.

El otrora símbolo del poder, la arrogancia, hegemonía y los elevados estándares de gestión, lucha por su propia supervivencia. Sus émulos locales, desamparados, no atisban para dónde correr en busca de un refugio cierto que les sustituya paradigmas y recetas. Algunos aconsejan al oficialismo panista que ya no forcejee con sus aliados de siempre: los priistas de elite.

Más aún, todo parece indicar que, al panismo, sus mentores lo han dejado de lado para substituirlos por esa otra facción, ahora al parecer mejor colocada, de la derecha nacional: la rancia y altiva tecnocracia hacendaria junto con la llamada clase política tradicional del priismo decadente. Ese trabuco derechoso es la facción que pretende darle continuidad al modelo de gobierno después de sostenerlo por más de un cuarto de siglo.

Frente a esa agrupación, la izquierda se pierde en sus disputas inveteradas sin atisbar, con precisión, a los rivales que se mueven en su cercanía. Algunos de sus dirigentes todavía quieren unírseles, aunque sea en calidad subordinada, pensando en su conveniencia particular. Otros se distraen en riñas derivadas de pequeños protagonismos e intereses de grupo que las elecciones recientes de Guerrero han desenmascarado hasta con crueldad. Otros no logran aplanar el camino de las alianzas efectivas que les llevarían, una vez más, al triunfo. Otros se empeñan en ningunear el movimiento que se ha enraizado en buena parte del electorado y que puede aportar el sustento efectivo para la transformación futura de México.

Es urgente visualizar que la contienda venidera será entre la derecha y la izquierda y no por el centro del espectro político. Los priístas acudirán al rescate de un panismo que desea, que se empeña, en la continuidad de un modelo inoperante, esta vez a escala mundial. Un modelo que está llevando al país a malgastar otros seis años de oportunidades.

De la altura de la elite de izquierda, apoyada con firmeza popular, dependerá la renovación de la esperanza y la salida de esta crisis que durará por largo tiempo.

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CHINKULTIC: PATRIMONIALISMO ESTATAL, CRIMINALIZACIÓN Y NEGACIÓN DE DERECHOS INDÍGENAS
por Magdalena Gómez

(publicado en La Jornada el 7 de octubre de 2008)

Una vez más en el estado de Chiapas los gobiernos federal y estatal utilizan fuerzas policiacas contra población civil en la supuesta lógica de aplicar la ley. Esta vez le tocó a de la comunidad Miguel Hidalgo, en el municipio de La Trinitaria. Sólo el saldo de muertos, heridos y detenidos ameritaría una real investigación y aplicación de justicia. Las víctimas eran habitantes de dicha comunidad, que decidió en asamblea el pasado 7 de septiembre administrar la zona arqueológica de Chinkultic, al considerar que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) no le da el mantenimiento adecuado y de su usufructo no se generan beneficios para las comunidades de la zona.

Días antes, habitantes de Santa Rita, Ojo de Agua, Nuevo Porvenir, Venustiano Carranza, Antela, San Nicolás, Tierra Blanca y Nueva Rosita, del mismo municipio, se posesionaron del parque nacional Lagunas de Montebello. Planeaban administrar ambos lugares en forma comunitaria y los mantenían abiertos al público.

En respuesta, autoridades del INAH y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas demandaron penalmente a los campesinos, por el delito de despojo.

La averiguación previa que dio lugar a la orden de desalojo de los tojolabales acusados no consideró ni por asomo que éstos tienen derechos y con base en ello pueden sustentar la decisión que tomaron.

La Declaración de la Organización de las Naciones Unidas sobre Derechos de los Pueblos Indígenas, en su artículo 11, señala que “los pueblos indígenas tienen derecho a practicar y revitalizar sus tradiciones y costumbres culturales. Ello incluye el derecho a mantener, proteger y desarrollar las manifestaciones pasadas, presentes y futuras de sus culturas, como lugares arqueológicos e históricos”. Por su parte el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo señala en su artículo 4º:

“a) 1. Deberán adoptarse las medidas especiales que se precisen para salvaguardar las personas, las instituciones, los bienes, el trabajo, las culturas y el medio ambiente de los pueblos interesados.

“b) 2. Tales medidas no deberán ser contrarias a los deseos libremente expresados de los pueblos interesados.

“c) 3. El goce sin discriminación de los derechos generales de ciudadanía no deberán sufrir menoscabo alguno como consecuencia de tales medidas especiales.”

En su artículo 5º señala que al aplicar las disposiciones del presente convenio:

“a) Deberán reconocerse y protegerse los valores y prácticas sociales, culturales, religiosos y espirituales propios de dichos pueblos y deberá tomarse debidamente en consideración la índole de los problemas que se les plantean tanto individual como colectivamente”.

En contraste, veamos que la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos de 1972 establece el patrimonialismo de Estado sin consideración alguna a los pueblos originarios. Basta observar un testimonio de la visión predominante en la hegemonía jurídica e ideológica en el artículo 28 de la ley, cuando da cuenta de un pasado que no parece tener descendientes vivos, persistentes y resistentes, como han sido los pueblos indígenas: “Son monumentos arqueológicos los bienes muebles e inmuebles, producto de culturas anteriores al establecimiento de la hispánica en el territorio nacional –nótese establecimiento en lugar de invasión–, así como los restos humanos, de la flora y de la fauna, relacionados con esas culturas”.

Ya existía hacía 24 años un Instituto Nacional Indigenista destinado a promover la integración de los indígenas vivos, pero, ante todo, existían los pueblos, y lo habían hecho contra ésta y muchas más disposiciones que los ignoraban, como el resto de la legislación, donde el Estado mexicano daba cuenta una y otra vez de la desaparición oficial de los pueblos indígenas; sólo se les permitía ser parte de nuestros antepasados. De ese tamaño es la confrontación de los últimos años entre los pueblos vivos y luchando que simbólicamente se expresaron en la voz del movimiento zapatista. Se ha dicho que sería una locura y un enorme riesgo dar intervención directa a estos pueblos, porque no tienen condiciones ni conocimientos técnicos e infraestructura para conservar los bienes patrimoniales, pero jamás se ha planteado un proyecto específico para que los pueblos puedan acceder a la formación de sus cuadros de alto nivel.

Así tenemos que el caso de Chinkultic amerita un enfoque más allá de la mesa de negociación donde el gobierno del estado se lava las manos frente al resultado de la intervención policiaca y “generosamente” ofrece indemnizaciones y proyectos y se ufana de que todo volvió a la “normalidad”: el INAH puede seguir administrando “las ruinas”, como llaman a los que fueron lugares sagrados. Ya es hora de que se defina si, tratándose de derechos indígenas, se abren espacios de justiciabilidad más allá de la criminalización.

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