miércoles, 17 de diciembre de 2008

El golpe final, por José Saramago

Ciudad de México, 17 de diciembre de 2008
Servicio informativo núm. 609


Sumario:

I.
El golpe final, por José Saramago

II. TV: crisis y desinformación, por Luis Linares Zapata

III. Frente a la ceguera del trabajador petrolero, peligran los derechos del petrolero y su propio sindicato

-----------

EL GOLPE FINAL
por José Saramago

(publicado en El Cuaderno de Saramago, http://cuaderno.josesaramago.org, el 16 de diciembre de 2008)

La risa es inmediata. Ver al presidente de Estados Unidos encogiéndose tras un micrófono mientras un zapato vuela sobre su cabeza es un excelente ejercicio para los músculos de la cara que controlan la carcajada. Este hombre, famoso por su abisal ignorancia y por sus continuos dislates lingüísticos, nos ha hecho reír muchas veces durante los últimos ocho años. Este hombre, también famoso por otras razones menos atractivas, paranoico contumaz, nos ha dado mil motivos para que lo detestásemos, a él y a sus acólitos, cómplices en la falsedad y en la intriga, mentes pervertidas que han hecho de la política internacional una farsa trágica y de la simples dignidad el mejor objetivo de la irrisión absoluta. Verdaderamente el mundo, a pesar del desolador espectáculo que nos ofrece todos los días, no merece un Bush. Lo hemos tenido, lo sufrimos hasta tal punto que la victoria de Barack Obama ha sido considerada por mucha gente como una especie de justicia divina. Tardía, como en general es la justicia, pero definitiva. Pero todavía nos faltaba el golpe final, nos faltaban esos zapatos que un periodista de la televisión iraquí lanzó sobre la mentirosa y descarada fachada que tenía enfrente y que pueden ser entendidos de dos formas: o esos zapatos deberían tener unos pies dentro y el objetivo del golpe sería la parte curva del cuerpo donde la espalda cambia de nombre, o entonces Mutazem al Kaidi (quede su nombre para la posteridad) encontró la manera más contundente y eficaz de expresar su desprecio. El ridículo. Um par de puntapiés tampoco estarían mal, pero el ridículo es para siempre. Voto por el ridículo.

-------------------


TV: CRISIS Y DESINFORMACIÓN
por Luis Linares Zapata, secretario de Desarrollo Económico y Ecología del gobierno legítimo de México

(publicado en La Jornada el 17 de diciembre de 2008)

La distancia entre el quehacer político de la elite nacional y el sentir popular se ha hecho tan profunda que ya no se reconocen mutuamente. La llamada clase política se regodea en sí misma y sólo atisba a su íntimo derredor, ya sea de intereses empresariales o de control y progreso burocrático. Fenómeno similar le está sucediendo al aparato de comunicación establecido (radiotelevisión) respecto de sus auditorios. La ausencia de temas que recalen en la conciencia colectiva es notable, sobre todo en estos días de crisis generalizada. Pero también dicha distancia se agudiza por la inclusión cotidiana, en los medios electrónicos sobre todo, de abundantes dosis de desinformación. Esa especie de paliativos momentáneos que nublan la percepción de la mayoría.

Esquivar la vertiente interna de la crisis económica se ha vuelto un torneo entre los comunicadores y sus medios. Nadie habla en ellos de devaluación, aunque el peso haya caído, sólo en meses recientes, 30 por ciento. Menos aún de una estructura productiva desarticulada que debe importar aún lo estrictamente necesario (alimentos) para beneficio de las trasnacionales del sector. Mejor transmitir tranquilidad, no alebrestar al populacho, pues la carestía no es tan grave (apenas 4 por ciento anual, según el Banco de México) y los salarios no pueden ser elevados más allá de una inflación proyectada a voluntad de los conductores del país.

Se nota que hay urgencia por reponer el caduco sistema financiero, ése que empinó la crisis actual y cuarteó la credibilidad en los centros de poder del imperio. Para eso se reunieron durante la celebración del mercado de valores: no cambiar lo obsoleto fue la instrucción desde lo alto. Mesura: los derivados son instrumentos indispensables, concluyeron banqueros y demás usufructuarios. Los intereses y las comisiones bancarias no son agio; son realidades impuestas por el mercado, siguen afirmando con inaudito cinismo depredador de las economías familiares e individuales. La misma voz de alerta del Fondo Monetario Internacional contra seguir incrementando las desigualdades parece condenada al olvido y el destierro de las mesas de los abundantes analistas a modo.

No pasa un simple día sin que en los noticieros televisivos o radiofónicos se incluyan abundantes notas altisonantes, escándalos (fabricados o no), vendettas interesadas de los conductores y los propios medios o tontas notas de color de elevada sensiblería que, en conjunto, actúan como distractores de la realidad imperante. Un modo harto conocido de no ocuparse de lo que importa o afecta los intereses monopólicos y de las metrópolis.

Los mismos reportes de la violencia imperante son tratados sin que se atente, siquiera, algún dato que auxilie al ciudadano para darle contexto o perspectiva a tan bélico acontecer.

La guerra contra el narcotráfico se ha transformado en un penar cotidiano, una serie de horror continuo que parecen no tener fin. El miedo como factor desmovilizador se desprende de las pantallas y los micrófonos con fluidez nada recomendable para la sanidad de la colectividad.

Una rampante ignorancia sobre la negociación entre las autoridades mexicanas encargadas de conducir dicha guerra con su contraparte estadunidense es regla común. ¿O es que no hubo negociación previa sobre el tráfico de armas, información precisa del terreno de lucha, de los enemigos de la sociedad, de su capacidad destructiva, de la cuantía y canales de flujo de sus recursos en ambos lados de la frontera? ¿Alguien ha examinado en la televisión o la radio las condiciones prevalecientes en los lugares de donde provienen tantos mexicanos que se matan entre sí? ¿Cuántos matones más saldrán a las calles a disparar obedeciendo órdenes, dada su disposición a tan cruento oficio? ¿Cómo contener esta sangría de juventud? Son sólo algunas preguntas que no se oyen en la radiotelevisión.

Locutores y comentaristas se ocupan, hasta el cansancio y mayor detalle, de ciertos asuntos trascendentes: los chuchos, la izquierda partidaria moderna, constructiva; la presumida falta de unidad del PRD; (ahora una modalidad del fraude) AMLO y sus ambiciones que rechaza 50 por ciento de los electores según encuesta desconocida, pero difundida con relieve amigo.

A veces aparecen en las pantallas, para el espanto de inversionistas locales, fraudes superbillonarios allá lejos, en la Nueva York de las impecables reglas del juego, las calificadoras impolutas y las autoridades alertas, siempre vigilantes del bienestar del inversionista pequeño para que no sea engañado por los tiburones famosos.

Qué decir de los sepelios, narrados con voz entrecortada, condolida, de conocidos jóvenes inmolados por el crimen y la complicidad o la negligencia de las policías. Todo un universo de desinformación al alcance de los empresarios de la comunicación masiva metidos de lleno en el tráfico de influencia o en la defensa de sus posiciones de clase y grupo. Ya para qué hablar de aquellos que le atoran al chantaje y las campañas de ataque frontal, personalizado hasta el descaro, directo sobre ciertos actores políticos para mutarlos en benefactores (ley Televisa).

Las mismas alertas que lanzó el empresario Carlos Slim fueron minimizadas en la difusión. No pretendían éstas defender al desvalido en su vertiente de expoliados consumidores de la banca o de servicios y bienes públicos, sino prevenir a los de su entorno, a sus colegas, contra los devastadores efectos electorales que ocasionará entre la población la crisis en proceso.

Y más quieren alertar, desde la cúspide, sobre aquellos (en preciso aquél: AMLO) que pueden salir beneficiados (la izquierda) con ella. 2009 no será un año de réditos electivos para las elites y menos para el desgobierno del señor Calderón, los panistas y sus aliados en el Congreso. La ciudadanía está consciente de los daños que se le ocasionan, del desamparo en que se le deja, de la ausencia de redes protectoras, (eliminadas con alevosía) de programas para atemperar esos daños que, según se dice, provienen de fuera. Sólo ven pasar los recates a los poderosos, a los compadres, los cómplices de siempre.

Para el hombre de la calle, la mujer trabajadora, el joven disponible, el anciano, el pequeño industrial, el estanquillero, el agricultor de escala reducida, el albañil desempleado o el milpero empobrecido sólo habrá ralos sobrantes del banquete al que realmente nunca han sido invitados.

------------------

FRENTE A LA CEGUERA DEL TRABAJADOR PETROLERO, PELIGRAN LOS DERECHOS DEL PETROLERO Y SU PROPIO SINDICATO
(publicado en La Catorcena, la_catorcena@hotmail.com, el 14 de diciembre de 2008)

Desgraciadamente en su gran mayoría, el trabajador petrolero no se preocupa y menos se ocupa por informarse de temas fundamentales para el país. ¿Sabe en qué quedó la reforma energética?, tema vital para todos los mexicanos pero más para ellos.

Los medios masivos de información monopolizados por los propietarios de Televisa y TV Azteca han jugado un papel muy efectivo en la desinformación. El Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) no emitió el mínimo comunicado con su postura ante la reforma energética. Pero, ¿esto justifica el conformismo del trabajador sindicalizado petrolero?

Cómo nos controlan, como nos destruyen
Los charros sindicales han sabido controlar al trabajador de múltiples formas: psicológicas, económicas y físicas.

Por ejemplo, han hecho creer que le están haciendo un favor al gestionarle el cumplimiento de sus prestaciones (fichas para sus hijos, préstamos, vacaciones, etc.).

El funcionario sindical sabe de las debilidades del trabajador petrolero: insolvente económicamente, asfixiado en el mal hábito del consumismo, endeudado irracionalmente con las tarjetas de crédito, cajas de ahorro y agiotistas. Saben que el trabajador recibirá su catorcena sólo para transferirla a sus acreedores y que cualquier prestación que le suspenda lo meterá en grandes problemas. Lo tiene en sus manos.

Finalmente, el trabajador mientras tiene trabajo se siente ajeno a las consecuencias de la política neoliberal. Como si vivieran aislados piensa que ya la tiene librada, argumentando que tienen más de 20 años de antigüedad como fecha mágica que lo protege de todo riesgo o abuso laboral. Está cegado.

Como la ranita que meten al agua tibia y la disfruta sin darse cuenta de que no tardará en hervir, por lo cual no reacciona y no se sale. Cuando lo quiera hacer ya estará cocinada, sin ninguna posibilidad de impedir ser sacrificada.

Muchos trabajadores no ven lo que ocurre frente a sus narices, no ven como crece por miles el número de trabajadores mal pagados de compañía con salarios de hambre, sin estabilidad en el empleo, sin derechos laborales y menos sindicato. No ven que a sus centros de trabajo llega a hacer sus labores gente uniformada de azul o rojo y que ellos se van quedando cada vez más como espectadores, y que pronto serán ninguneados, y que pronto serán prescindibles y no tendrán argumentos para exigir su materia de trabajo.

Precisamente, estas nuevas relaciones laborales son consustanciales a la Reforma Energética.

A reaccionar, a recuperar nuestra organización sindical
Primero que nada informarse. Pero no hablamos de comprar periódicos alarmistas o amarillistas; sino que cada trabajador, por lo menos, debería de tener y leer la Constitución Mexicana, la Ley Federal del Trabajo, el Contrato Colectivo de Trabajo y los Estatutos del sindicato.

También deberían de releer la historia de México o la historia del sindicalismo petrolero. Parece pedir mucho, más si tomamos en cuenta que en su gran mayoría apenas terminaron la primaria, amen que tampoco se tiene el hábito de la lectura. Pero es poquísimo si se entiende que el conocimiento es la más importante arma de defensa.

Estas lecturas nos abrirán de nuevo los ojos: nos harán saber que no sólo tenemos obligaciones para con el sindicato sino también derechos que nos están despojando. Ya no mendigaríamos al delegado, al funcionario o al secretario general sino que solicitaríamos que se cumplan puntualmente nuestros derechos, incluso exigiríamos que quien administra nuestras cuotas en el sindicato cumpla su función eficazmente o se haga a un lado.

En segundo lugar, ser congruentes con nuestros principios y nuestra familia. El trabajador en su entorno familiar es un educador, una guía moral, quien inculca valores y principios, un cobijo (ahora le dicen el proveedor); todo para formar a sus hijos como un ser feliz, de provecho, respetuoso y capaz de hacerse respetar.

Les daría vergüenza a estos trabajadores si sus hijos o esposa los vieran cómo se denigran ante los funcionarios y ya no se diga ante el secretario general de las diferentes secciones, cómo son serviles al referirse a ellos como “el patrón”, “el hombre”, “el jefe”, etc.) y cómo nosotros mismos provocamos que esos charros abusivos se crezcan, inflen su ego y convicción de poder para patearnos y abusar sin miramientos.

En tercer lugar, meditar sobre el futuro inmediato de nuestros hijos, dejar el conformismo. Muchos trabajadores están conscientes de que los están despojando laboral y económicamente y se mantienen calladitos y sumisos pensando que así no les tocará. ¿Qué no nos damos cuenta de que cada vez son más los jóvenes, y entre ellos alguno de nuestros hijos, que aunque hallamos invertido en su educación superior no encuentran en donde ejercer su carrera, ni siquiera trabajo?

Cuarto y lo más importante: Poner en orden nuestro sindicato. Recuperarlo.

Hoy el STPRM no representa a la clase obrera: lo mutila, lo denigra e impide el desarrollo económico y laboral y familiar. Por ignorancia o por complicidad permiten que se impongan las políticas neoliberales y sus reformas con las que desmantelan la plantilla laboral de Petróleos Mexicanos. Todos sabemos que las compañías que realizan trabajos para la paraestatal cada vez abarcan mayores áreas que el trabajador sindicalizado desempeñaba con amor a la camiseta y eficazmente.

Los charros en el STPRM permiten la llamada privatización progresiva y también resquebrajan los cimientos del sindicato. No esperemos a pronto sufrir la experiencia de nuestros hermanos mineros. Con el pretexto de combatir a un sindicato denigrado por charros como los Napoleón Gómez, los patrones apoyados por el secretario del Trabajo, el de Gobernación y las televisoras destruyen la única organización capaz de defender su presente y su futuro.

--------------------------

EL USO DE ESTE SERVICIO DE NOTICIAS ES ABSOLUTAMENTE GRATUITO Y AMPLIAMENTE PERMITIDO. PEDIMOS SOLAMENTE QUE EN TODOS LOS CASOS SE CITE A Servicio de Noticias ISA COMO LA FUENTE INFORMATIVA ORIGINAL Y NOS REPORTEN A NUESTROS CORREOS ELECTRÓNICOS SU UTILIZACIÓN A FIN DE PODER EVALUAR EL ALCANCE DE ESTE ESFUERZO INFORMATIVO.

¿Qué respuestas puede dar el Sur ante la crisis que provocó el Norte?, por Éric Toussaint

Ciudad de México, 16 de diciembre de 2008
Servicio informativo núm. 608
Sumario:

I.
¿Qué respuestas puede dar el Sur ante la crisis que provocó el Norte?, por Éric Toussaint

II. Las lecciones de la victoria en Republic Windows and Doors, por Lee Sustar

---------------

¿QUÉ RESPUESTAS PUEDE DAR EL SUR ANTE LA CRISIS QUE PROVOCÓ EL NORTE?
por Éric Toussaint

Traducido por Guillermo Parodi con la colaboración de Griselda Pinero y Raul Quiroz
(publicado por el Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM), http://www.cadtm.org, el 3 de diciembre de 2008)


La crisis económica y financiera estalló en el Norte
La actual crisis mundial se desencadenó en el Norte como consecuencia de la crisis de las hipotecas subprime en 2007, en Estados Unidos. Y esta última se originó a su vez en las deudas privadas en dicho país. Los bancos y agencias de crédito hipotecario habían creado un monstruoso montaje de deudas que finalmente colapsó, iniciando así la crisis financiera cuyas repercusiones todavía persisten. El rescate de los bancos en Europa es claramente su consecuencia; y la onda de choque de la crisis de 2007 y sus réplicas continuarán haciéndose sentir.

La crisis, nacida en los países del Norte, Estados Unidos y Europa, no es sólo financiera sino también económica, es decir que afecta directamente la economía real, la producción. Hay una crisis en el sector de la construcción en Estados Unidos, España, Gran Bretaña e Irlanda y se extenderá a otros países. Muchos puestos de trabajo en este sector peligran, en particular los que ocupan inmigrantes, especialmente latinoamericanos (ecuatorianos, bolivianos, etc.) en Estados Unidos o en España. Las pérdidas de empleos serán numerosas en este sector, por lo que bajarán las remesas de los emigrantes a sus países de origen, y sus familias se verán muy afectadas.

Si bien esta crisis económica estalló en el Norte, sus efectos se harán sentir en el Sur. Las industrias del Norte tendrán que reducir la producción al disminuir el consumo, y esta caída de la producción provocará una menor demanda de petróleo, gas y materias primas (minerales). Acabará la cadena con una caída del precio de los productos primarios —cosa que ya está pasando desde mediados de septiembre de 2008—. Desgraciadamente, esta reducción de precios hará bajar los ingresos de los países en desarrollo.

La crisis alimentaria mundial tiene también su origen en el Norte
Aparte de esta crisis financiera y económica existe también una crisis alimentaria, que afecta directamente a los pueblos del Sur, en donde los precios de los alimentos han aumentado 100%, e incluso 300%, en el caso del arroz. Pues bien, 80% de la población de muchos países del Sur, y me refiero, en particular, a los más pobres, especialmente en el África sahariana, dedican 95% de sus ingresos a la compra de alimentos. Esta gente ya no puede comer lo necesario. Por lo tanto, hay un fuerte aumento del número de personas que pasan hambre; decenas de millones de personas incrementan el ejército de hambrientos. Antes de que estallara la crisis, había ya 820 millones de personas con hambre en el planeta. Pero además están las personas subalimentadas. Con esta crisis, la población que está en una situación de inseguridad alimentaria aumentó en más de 140 millones de personas.

¿Cuál es la causa de esta crisis alimentaria?
Una vez más, el origen está en el Norte. Los industriales de los agronegocios del Norte convencieron a los gobiernos de Washington, de la Unión Europea y de otros Estados europeos de que subvencionaran la producción de agrocombustibles a partir de maíz, trigo, colza, soya o remolacha. Por consiguiente, un gran volumen de productos alimentarios se desvía a la producción de agrocombustibles, causando una caída significativa de la oferta de cereales y otros alimentos en el mercado, con el consiguiente enorme aumento de los precios.

Además, este aumento de precios se reforzó porque, de nuevo, en el Norte grandes inversores institucionales (bancos, compañías de seguros, fondos de pensión) comenzaron a especular en un sector de los mercados financieros donde antes no eran activos: el denominado “mercado a plazo de los cereales”, así como en los respectivos de petróleo y gas. Es importante recordar que hay tres Bolsas en el mundo que fijan los precios de los alimentos (en particular de los cereales) en los mercados a plazo. Son las Bolsas de Chicago, de Kansas City y de Minneapolis. Los precios a plazo de los cereales contratados en Estados Unidos en estas Bolsas se reflejan en todo el mundo y no solamente sobre el precio a plazo sino también sobre el precio actual, el precio al contado. En resumen, la producción de agrocombustibles, por una parte, y por otra, la especulación en el mercado a plazo de los alimentos causaron la crisis alimentaria que padecemos.

No olvidar la crisis climática cuyos efectos son muy graves
La cuarta crisis es la climática. Se podría tender a olvidarla estas últimas semanas debido a que la crisis financiera está en el centro de interés en el Norte y que la crisis alimentaria atenaza en el Sur el estómago de decenas de millones de personas y moviliza las energías de centenares de millones de otros cada día. En la medida en que no hubo catástrofes ambientales impresionantes en los últimos meses, dejó de hablarse del cambio climático. Pero el cambio climático está presente y tiene efectos inevitables a lo largo del tiempo. No se los percibe necesariamente como desastrosos y rápidos pero allí están. La subida del nivel medio de los océanos afectará a la población de toda la cuenca de un país como Bangladesh, donde viven 150 millones de personas. Más de la mitad de la población de este país vive a nivel del mar o un poco por debajo porque hay diques de protección. En los 10 años venideros, los efectos serán terribles. Cité Bangladesh, pero podría haber citado otras regiones del Sur.

Aquí también, el origen de esta crisis está en el Norte: la culpa es del modelo de desarrollo productivista capitalista. Por supuesto, este modelo también existe en el Sur, pero el Norte ha producido una cantidad fenomenal de contaminación atmosférica desde el principio de la revolución industrial. La gente oye que se habla de liberación de gases de efecto invernadero y en consecuencia piensa en la emisión actual, pero hay recordar que los gases de efecto invernadero, que resultan de las actividades industriales, se concentran en la atmósfera desde hace dos siglos. Es decir, es la concentración desde ese momento la que pesa más, no los gases liberados de hoy (que por supuesto es necesario reducir). Pues bien, aunque China emite cada vez más gases de efecto invernadero, sería un error decir que los chinos o los indios con su desarrollo son tan responsables como Estados Unidos o Europa del cambio climático, ya que aplican el modelo de desarrollo productivista. Los responsables son los países que fueron la cuna de la revolución industrial, que con el método de consumo lunático acarreó, por ejemplo, los coches individuales y el despilfarro de combustibles fósiles.

Si el Norte es el lugar geográfico de origen de las cuatro crisis, el sistema capitalista es la causa fundamental
En resumen, se tienen cuatro crisis: financiera, económica, alimentaria y climática, que afectan a todo el planeta pero cuyo origen se sitúa en los países del Norte. Después de haber comprendido esto, no es necesario dar más vueltas, ya que no sólo son estas crisis lo que tienen en común el Sur y el Norte, también comparten un régimen económico, el sistema capitalista que domina la totalidad del planeta. Hasta hace unos treinta años, se hablaba de un campo socialista o comunista, pero desde entonces, el bloque soviético —Rusia, los países de Asia Central, los de Europa del Este— volvieron a integrar, junto con China y Vietnam, el sistema capitalista. Las cuatro crisis que acabo de analizar esquemáticamente deben considerarse directamente como efectos del sistema capitalista mundializado (sistema que se originó también, históricamente, en el Norte).

Cuando las cosas van mal en los países del Norte, su repercusión es negativa en los países del Sur
Por supuesto, el capitalismo más pujante es todavía el de los países más industrializados del Norte. Las economías de Estados Unidos, Europa y Japón representan 60% de la economía mundial, mientras que en estos países vive solamente 15% de la población mundial, y tienen una superficie bastante reducida en la escala planetaria. Sin embargo, cuando las cosas van mal en los países del Norte, eso se refleja en los países del Sur.

¿El Sur pagará indefectible los platos rotos de esta crisis?
En realidad, ya está pagando algunos, pero ¿esto se amplificará necesariamente o se presenta una oportunidad para protegerse? He aquí un punto importante de mi exposición: el Sur debe y puede perfectamente protegerse de algunos de los efectos de estas crisis, aunque no sea de todos. En relación con la crisis financiera, es necesario que los países del Sur tomen medidas contra la libertad de movimiento de capitales y, en particular, contra la fuga de capitales hacia el Norte. Los países del Norte tienen una enorme necesidad de liquidez y las empresas del Norte repatrían un importante volumen de capitales hacia sus países para sanear las cuentas de los bancos, de las compañías de seguros. Para hacer frente a esta fuga, los países del Sur deben bloquear estos flujos e instaurar, como hace Venezuela desde 2003, un estricto control sobre los movimientos de capitales y sobre las operaciones de cambio de sus monedas. Esto también protegería sus monedas y evitaría que sean víctimas de ataques especulativos.

Los países del Sur no deben seguir el ejemplo de los gobiernos de los países europeos y de EE.UU., o sea, inyectar enormes cantidades de dinero público para salvar los bancos privados sin tomar su control, haciendo regalos a los banqueros corruptos, a los banqueros ladrones. ¡Los países del Sur deben hacer otra cosa!

1) Instaurar un control público sobre el sector bancario privado (es decir, estatizarlo, nacionalizarlo) y negarse a poner dinero para salvar banqueros privados. Poner dinero para proteger el ahorro, esto es lo que tendrían que haber hecho los países del Norte, y por otro lado recuperar el coste de la protección del ahorro y del sistema bancario descontando una suma equivalente del patrimonio de los grandes accionistas y administradores de bancos. Obviamente, con los grandes accionistas no es necesario limitarse a tomar lo que dejaron en sus bancos, ya que, en general, vaciaron las cajas antes de llamar al Estado en su ayuda. Es necesario entonces establecer un catastro de las fortunas de los grandes accionistas en todos los sectores de la economía y recuperar el coste generado para salvar el sistema bancario.

2) Es necesario también dotarse de un banco del Sur para depositar las reservas de cambio y financiar el desarrollo humano de los países del Sur sin tener que seguir pidiendo préstamos a los mercados financieros del Norte, sin tener que pedir un solo dólar más al Banco Mundial y al FMI o a otras instituciones financieras completamente controladas por los países del Norte. Un banco del Sur podría financiar reformas que no interesen al capital privado, como, por ejemplo, una reforma agraria o la aplicación de una política de soberanía alimentaria. Se podría también utilizar dinero público para o renovar profundamente el hábitat existente, o para construir un nuevo hábitat adaptado a las condiciones de vida de las poblaciones interesadas. Eso crearía mucho empleo y mejoraría la calidad de vida. Se trataría de financiar proyectos que valen realmente la pena: por ejemplo, entre otros, el establecimiento de una industria farmacéutica de medicamentos genéricos.

3) Es necesario realizar la auditoría de la deuda pública, tanto la interna como la externa, y declarar soberanamente la nulidad de las deudas ilegítimas suspendiendo su pago. Es el momento propicio para constituir un frente de los países del Sur para no pagar la deuda. Es también necesario abandonar el Banco Mundial y el FMI.

4) Habría muchas cosas que añadir a lo dicho, como la necesidad y la posibilidad de crear un conjunto de intercambio y trueque “Sur-Sur”, entre los países del Sur. Se puede tomar como un ejemplo posible África Occidental. Países como Malí, Níger y Burkina no tienen acceso al mar, ni petróleo, pero producen algodón, además de oro (Malí) y uranio (Níger). Nigeria, que tiene acceso al mar produce petróleo y exporta todo su crudo a Estados Unidos o Europa, que a su vez reexportan derivados refinados a Nigeria, Malí, Burkina y Níger. Obviamente, sería mucho más atinado hacer intercambios entre Nigeria, que refinaría y transformaría su propio petróleo en distintos derivados y Malí, Burkina y Níger, que podrían desarrollar una industria textil para transformar su algodón. Se intercambiarían entonces productos nigerianos derivados del petróleo por productos textiles de esa parte de África Occidental, sin pasar por el mercado mundial. Es absolutamente razonable. Lo que hace falta es la voluntad política.

5) Es necesario que los dirigentes del Sur, bajo la presión popular, rompan con el modelo neoliberal y rompan con el esquema capitalista, pero, y este es el quid de la cuestión, en general, estos dirigentes están muy satisfechos de vivir en el sistema capitalista y de aceptar las recomendaciones de Washington y Bruselas, del Banco Mundial y del FMI. Es necesario que los pueblos se organicen, se saquen de encima si necesario estos dirigentes, y los sustituyan por mandatarios, democráticamente elegidos, que se comprometan a aplicar un modelo de desarrollo adaptado a las necesidades de la población local. Que utilicen las debilidades de los países y de las instituciones del Norte, empantanados en la crisis que ya sabemos, para reforzar la fuerza de los pueblos del Sur.

---------------

LAS LECCIONES DE LA VICTORIA EN REPUBLIC WINDOWS AND DOORS
por Lee Sustar
, miembro de la International Socialist Organzation (ISO), organización de la izquierda revolucionaria estadounidense. Traducido por Orlando Sepúlveda
(publicado en el Obrero Socialista, http://obrerosocialista.org, el 12 de diciembre de 2008)

En primer lugar, mediante la ocupación de su planta, los trabajadores —miembros del United Electrical, Radio and Machine Workers of America (UE) Local 1110— tomaron decisivamente la ofensiva sobre sus patrones y los acreedores. La acción obligó a los bancos de la empresa a pagar por la indemnización exigida por la ley ante un cierre de la planta.

De la noche a la mañana, la toma de la fábrica —algo generalmente reservado para los libros de historia laboral en la década de 1930 y los nostálgicos discursos en las convenciones sindicales— se convirtió en un punto focal de la resistencia de la clase obrera en medio de una profunda crisis económica.

Hay, por supuesto, una diferencia importante entre los trabajadores de Republic y la más famosa huelga de brazos caídos en la historia de Estados Unidos, la ocupación de la planta más importante de General Motors en Flint, Michigan, en 1936-37. A diferencia de GM, que se mantuvo en operaciones durante la Gran Depresión de esos años, Republic cerró sus puertas.

Una mejor comparación para la acción de los trabajadores de Republic puede ser la toma de fábricas en Argentina y otros países de América Latina, donde los trabajadores reiniciaron la producción bajo su propio control después de que la gerencia trató de cerrar sus plantas durante la recesión de 2001.

Los trabajadores de Republic no intentaron mantener su planta en funcionamiento —principalmente porque la gerencia ya había sacado algunas de las más importantes maquinarias, tal vez a la fábrica de ventanas sin sindicato que los patrones adquirieron recientemente en Iowa—. El sindicato, sin embargo, ha establecido un fondo llamado “Ventanas de Oportunidad” para explorar la posibilidad de reanudar la producción en la planta en Chicago.

Al tomar el control de la propiedad patronal, los trabajadores de Republic han demostrado al resto del movimiento laboral que el poder obrero radica en el punto de producción. En una época en que plantones de huelga son a menudo símbolos de protesta en lugar de esfuerzos decididos para detener la producción, los trabajadores de Republic pusieron de manifiesto que acciones más militantes pueden ganar.

La segunda lección clave de la victoria en Republic es la centralidad de la solidaridad.

En pocos días, si no horas, la ocupación se convirtió en noticias nacional, incluso internacional. Al final de la lucha, las declaraciones de apoyo habían llegado desde organizaciones sindicales a través del mundo, incluidas las principales federaciones sindicales en Francia y Japón.

En el plano local, la entrada a la fábrica fue el lugar de convergencia solidaria con la participación de una amplia gama de dirigentes sindicales, grupos sindicales de reforma, activistas de base, organizaciones comunitarias, radicales, socialistas y grupos religiosos. Allí, organizadores compararon notas, estudiaron estrategias e hicieron planes no sólo para construir solidaridad con los trabajadores de Republic, sino también con otras luchas.

El tercer punto por considerar con respecto a la lucha es que mostró cómo el movimiento laboral puede hablar por los intereses de toda la clase obrera de Estados Unidos, a pesar de que los sindicatos representan sólo 12.1 por ciento de los trabajadores y 7.5 por ciento en el sector privado.

Gracias a la lucha de los trabajadores de Republic, los medios de comunicación que normalmente son hostiles con las luchas obreras se centraron en el hecho de que el principal acreedor de Republic, Bank of America, había cortado la línea de crédito a la fábrica a pesar de recibir 25 mil millones de dólares de los contribuyentes como parte del rescate económico que el Congreso dio a Wall Street. Los políticos y banqueros, por lo tanto, se sintieron presionados para resolver el problema a favor de los trabajadores.

Por lo general, los trabajadores en esta situación pueden esperar años para recibir el dinero adeudado, si llegan a recibirlo. Pero los trabajadores de Republic forzaron al Bank of America y a otros acreedores para poner los casi 2 millones de dólares en menos de una semana, aunque los bancos no tenían la obligación legal de hacerlo.

Un cuarto aspecto de esta victoria es el papel fundamental de los trabajadores inmigrantes en el movimiento obrero estadounidense. La inmensa mayoría de los obreros de Republic son latinos, y la mayoría son inmigrantes. Sin embargo, en una creciente atmósfera de represión al obrero inmigrante con redadas y deportaciones, estos trabajadores estuvieron dispuestos a arriesgarse a ser arrestados o más, a fin de defenderse por sí mismos.

Las grandes marchas contra las leyes antiinmigrantes desempeñaron un papel en fomentar la confianza de los trabajadores inmigrantes. “Aprendimos que tenemos derechos”, dijo un trabajador.

Por último, la lucha en Republic subrayó el hecho de que la lucha de clase debe estar en el corazón de cualquier renacimiento del movimiento obrero. Después de des-certificar a un sindicato dominado por la mafia, los trabajadores trajeron a UE, un sindicato con raíces radicales en la década de 1930.

UE eventualmente creció para ser el sindicato más grande en el antiguo Congreso de Organizaciones Industriales (CIO, por sus siglas en inglés), antes de retirarse en medio de la caza de brujas anticomunista. En la década de 1950, UE fue asaltado por rivales de la AFL y CIO, y reducida en tamaño.

Hoy en día, sus miembros sólo suman 35 mil a nivel nacional, un número mucho menor que en los vastos, burocráticos “locales” de la Unión Internacional de Empleados de Servicio (SEIU, por sus siglas en inglés). Pero mientras SEIU busca influencia a través de acuerdos políticos y la asociación con los empleadores, UE promueve sindicalismo democrático y militante.

La victoria de Republic fluyó directamente del sindicalismo democrático de base practicado por el Local 1110 de UE. Si el triunfo de los trabajadores de Republic tiene un impacto en el resto del movimiento obrero será porque más sindicalistas de base seguirán su ejemplar lucha.

--------------------------

EL USO DE ESTE SERVICIO DE NOTICIAS ES ABSOLUTAMENTE GRATUITO Y AMPLIAMENTE PERMITIDO. PEDIMOS SOLAMENTE QUE EN TODOS LOS CASOS SE CITE A Servicio de Noticias ISA COMO LA FUENTE INFORMATIVA ORIGINAL Y NOS REPORTEN A NUESTROS CORREOS ELECTRÓNICOS SU UTILIZACIÓN A FIN DE PODER EVALUAR EL ALCANCE DE ESTE ESFUERZO INFORMATIVO.

Plan de 8 puntos para reducir los efectos de la crisis económica. Carta de López Obrador al pueblo de México

Ciudad de México, 15 de diciembre de 2008
Servicio informativo núm. 607

Sumario:

I.
Plan de 8 puntos para reducir los efectos de la crisis económica. Carta de López Obrador al pueblo de México

II. La apuesta de AMLO, por José Agustín Ortiz Pinchetti

------------------



PLAN DE 8 PUNTOS PARA REDUCIR LOS EFECTOS DE LA CRISIS ECONÓMICA. CARTA DE LÓPEZ OBRADOR AL PUEBLO DE MÉXICO


Ante la desatención del gobierno usurpador de la crisis económica que está golpeando a la mayoría de nuestro pueblo y que amenaza con afectar aún más, es nuestro deber exigir la aplicación con urgencia de las siguientes medidas:

1. Aumento del 12 por ciento al salario mínimo

Si no queremos que se agrave la crisis que ya estamos sufriendo por una caída aún mayor de la demanda y por razones de estricta justicia, debemos exigir un aumento que permita recuperar, cuando menos, lo que ha perdido el poder adquisitivo del salario de noviembre de 2006 a la fecha.

Se debe reponer el porcentaje en el que la inflación de 2006 a 2008 excedió al aumento de los mínimos y otorgar suficiente aumento para compensar la inflación de 2009.

Según cifras oficiales, la inflación en los dos últimos años (noviembre de 2006 a noviembre de 2008) ha sido de 12.9% en la canasta básica. En cambio, el salario mínimo ha aumentado sólo 8%; es decir ha perdido 4 puntos.

Exigimos que estos 4 puntos porcentuales se recuperen con el aumento del mínimo en 2009. Según nuestras estimaciones, la inflación para el próximo año será de 8%, empujada por la devaluación del peso que tan sólo en lo que va de 2008 es de 35%.

Por eso, el salario mínimo se debe aumentar, cuando menos, en 12 por ciento (4 puntos porcentuales por lo perdido desde noviembre de 2006; 8 puntos por la inflación estimada para 2009).

2. Se debe derogar el IETU como apoyo a trabajadores asalariados, comercios y empresas

El IETU se debe derogar porque ha demostrado no sólo que tiene una recaudación mucho menor de lo que se esperaba, sino principalmente porque tiene aberraciones técnicas que no se pueden tolerar en un impuesto. Entre estas últimas, el hecho de que el pago de intereses de la deuda de las empresas no es deducible ni tampoco las pérdidas cambiarias, precisamente cuando todas las empresas de México están golpeadas por ambos problemas. Pero, además, es muy costoso de administrar para las empresas, obligándolas a dedicar excesivo personal y a perder tiempo.

En 2008, según Hacienda, con el IETU se van a recaudar 50 mil millones de pesos (0.5% del PIB, la mitad de los que se esperaba). Su derogación no costaría mucho; en cambio representaría ahorros para las empresas, dándoles margen para el aumento de los mínimos. El aumento del salario siempre será mejor en el bolsillo del trabajador que en la Secretaría de Hacienda, en especial cuando se trata de impulsar la demanda y reactivar la economía.

3. Debe bajar el precio de las gasolinas, el diesel, el gas y la luz

Los aumentos abusivos de estos energéticos han provocado más inflación y carestía de la vida, afectando severamente la economía popular, a empresas y comercios. Es injustificable que las gasolinas en México sean más caras que en Estados Unidos y que los aumentos de energía eléctrica para consumo doméstico hayan incrementado este año hasta 100 por ciento.

4. El gobierno debe intervenir y evitar más pérdidas en los fondos de retiro de los trabajadores

Es necesaria la intervención del gobierno en las afores para impedir que los fondos de retiro de los trabajadores sigan sufriendo pérdidas. Tan sólo en octubre el director de la CONSAR afirmó que se había perdido 14% de los saldos de los 39 millones de cuentas que tiene el sistema de ahorros para el retiro. Las cuentas perdieron 53 700 millones de pesos entre diciembre de 2007 y octubre de 2008. Con las caídas en los mercados de acciones y de bonos en noviembre y diciembre, las pérdidas han aumentado y no es aventurado decir que podrían llegar a 200 mil millones de pesos. En contraste, las empresas que manejan las afores han cobrado comisiones por 11 180 millones hasta octubre y, ellas sí, han tenido utilidades netas por 2 648 millones de pesos.

El gobierno debe apoyar a los trabajadores y dejar de proteger a los manejadores privados de los fondos de retiro. Debe intervenir con fondos del Estado para reponer las pérdidas y además dar un rendimiento mínimo de 1% si los manejadores privados no pueden hacerlo. En la medida en que los administradores privados no cumplan con este rendimiento mínimo y el Estado lo haga, en esa misma medida la aportación del gobierno será a cuenta del capital de la afore y en esa misma medida disminuirá la participación del manejador privado en la afore. Esta medida es justa, es una intervención bajo las reglas del mercado y asegura los ahorros de los trabajadores.

El argumento tantas veces oído del gobierno de que no nos preocupemos porque en el largo plazo los fondos crecerán al recuperarse las bolsas y los mercados, no tiene base de credibilidad ni funciona en este caso. Principalmente porque enfrentamos una crisis que se va a extender y a profundizar y que exige del Estado la máxima protección de los ahorros de los trabajadores y de la clase media.

5. Se debe impulsar al sector agropecuario para producir en México lo que consumimos y dejar de comprar los alimentos en el extranjero

México depende de importaciones para 35% de los alimentos que consume y esto lo pone en una situación de gran vulnerabilidad, no sólo ante el riesgo de aumentos de precios internacionales, sino también de escasez de productos o restricciones al comercio mundial. Además, es un peso permanente sobre la balanza de pagos del país. Todos estos riesgos se han ido materializando a lo largo de los últimos 3 años de crisis económica global.

Exigimos un programa nacional con el objeto de lograr la soberanía alimentaria, comenzando por los 10 cultivos agrícolas de mayor consumo nacional y extendiéndose a otras actividades de producción, investigación y desarrollo de productos y de protección a nuestras propias variedades.

La soberanía implica que el país produzca la mayor parte de los alimentos que consumimos; que los productores mexicanos tengan crédito, fertilizantes y otros insumos baratos, apoyo de infraestructura, así como precios garantizados para su producción. La agricultura es una actividad de riesgo y por ello requiere que el Estado garantice un precio mínimo. Implica que los productores no dependan de semillas extranjeras cuando existen variedades propias de nuestros mismos cultivos. Igualmente, implica la protección al medio ambiente agrícola y pecuario a través del balance ecológico entre cultivos, agua, bosques, y ambiente.

6. Es urgente fortalecer la industria de la construcción para reactivar la economía y generar empleos

Deben destinarse recursos del presupuesto para construir viviendas, caminos, escuelas, centros de salud, introducir agua potable, drenaje y pavimentar calles, no solo porque hacen falta estas obras y servicios, sino por ser la forma más rápida y eficaz de enfrentar la crisis económica y el desempleo. Actualmente la industria de la construcción está paralizada y en los últimos doce meses, según cifras del IMSS, se han perdido 46 mil 809 empleos.

7. Se deben extender los apoyos al desarrollo social

Ahora más que nunca se debe ayudar con pensiones alimentarias y becas a adultos mayores madres solteras y a discapacitados; se debe garantizar la atención médica y medicamentos gratuitos para quienes no cuentan con seguridad social, becas para todos los estudiantes de preparatoria del país, acceso a todos los estudiantes a universidades públicas.

8. Es indispensable reducir el gasto corriente del gobierno para ahorrar y destinar fondos a la atención de la crisis económica y de bienestar social

Insistimos en que el gasto corriente del gobierno debe reducirse en 200 mil millones de pesos cuando menos, que es la mitad de lo que ha aumentado en los dos años de Felipe Calderón. Incluido en este ajuste debe estar la reducción del 50% de los sueldos de la alta burocracia, mismo que aportaría 12 mil millones de pesos de los fondos para cubrir el aumento del salario a los servidores públicos de base, en línea con el aumento del mínimo.

La reducción del gasto corriente que proponemos de 200 mil millones de pesos es para no romper el equilibrio presupuestal, pues sabemos que este equilibrio será muy difícil de sostener con la caída de los ingresos tributarios y no tributarios que impone la recesión sobre nuestra economía, el menor consumo de las familias y las menores utilidades de las empresas medianas y pequeñas y de las empresas grandes no monopólicas.


Andrés Manuel López Obrador
Presidente legítimo de México

Bolaños, Jalisco, a 14 de diciembre de 2008

------------------


La apuesta de AMLO
por José Agustín Ortiz Pinchetti, secretario de Relaciones políticas del gobierno legítimo de México

(publicada en La Jornada el 14 de diciembre de 2008)


Podría hablar del cálculo estratégico de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), pero me gusta más la palabra apuesta, pues implica riesgo y competencia. AMLO arriesga su suerte a la certeza de que el pueblo de México despertará, se organizará y tomará el poder. Él quiere ser partícipe de esta toma de conciencia, organización y victoria, pero no confía mesiánicamente en sí mismo, sino en la capacidad de la gente de cambiar su circunstancia.

Sus competidores también toman en cuenta al pueblo, pero para ellos es una masa a la cual se puede halagar, engañar, corromper. PAN y PRI usan los mismos mecanismos. El clientelismo, la demagogia y, sobe todo, la manipulación de los medios. AMLO no puede ni quiere usar los viejos instrumentos de la política mexicana. PRI y PAN saquean impunes a los dineros públicos y tienen el apoyo de la oligarquía, los monopolios y las televisoras. Así que el obstáculo que tendrá que afrontar el pueblo con AMLO o con otros líderes es formidable. Es la vieja estructura de castas que viene desde la Conquista y que se resiste al cambio.

AMLO constata cada día las transformaciones en la conciencia popular. Una creciente vocación por organizarse y movilizarse. La mayoría de los científicos sociales menosprecian su trabajo en los municipios. Ha visitado mil 900 y superará los 2 mil antes de la primavera de 2009; 16 mítines por semana de contacto con la gente a la que presenta su propuesta. Oye, mide y cala la intensidad de las reacciones. Ningún político ha hecho esto.

Después de La democracia en México, de Pablo González Casanova (1965), se han producido finos trabajos sobre los fenómenos del cambio en la cultura política. Pero la clase política se ha corrompido, funciona como una casta separada de la población. Centrada en sus intereses y privilegios. El pueblo corresponde despreciando a los políticos.

He observado cómo Andrés Manuel se conecta con la gente en los mítines. Un fenómeno muy interesante: la gente le muestra profundo afecto y confianza y AMLO les corresponde. No sólo simpatiza con ellos, los quiere, sino confía en su capacidad. Entonces establece un arco de empatía y brota el entusiasmo, impulso básico para la acción política. AMLO es un líder dotado de iniciativa, pero él apuesta a que la conciencia popular está a punto de un salto cualitativo. Apuesta a que la mayoría de la población va a concientizarse acicateada por las graves incitaciones de esta época y a su propia maduración de las últimas décadas. Apuesta que se va a abrir paso a través de una vía legal, pacífica y electoral. Este pueblo renovado es la esperanza histórica para México y AMLO es la esperanza para ellos.

--------------------------

EL USO DE ESTE SERVICIO DE NOTICIAS ES ABSOLUTAMENTE GRATUITO Y AMPLIAMENTE PERMITIDO. PEDIMOS SOLAMENTE QUE EN TODOS LOS CASOS SE CITE A Servicio de Noticias ISA COMO LA FUENTE INFORMATIVA ORIGINAL Y NOS REPORTEN A NUESTROS CORREOS ELECTRÓNICOS SU UTILIZACIÓN A FIN DE PODER EVALUAR EL ALCANCE DE ESTE ESFUERZO INFORMATIVO.