martes, 24 de marzo de 2009

AMLO plantea nuevos pasos en la organización del movimiento para la transformación de México

Ciudad de México, 23 de marzo de 2009

Servicio informativo núm. 662


“EN ESTA ORGANIZACIÓN NO TENDRÁ CABIDA LA POLITIQUERÍA, LA CORRUPCIÓN, EL SERVILISMO, EL CLIENTELISMO, EL REPARTO DE DESPENSAS PARA OBTENER VOTOS, EL TRAFICAR CON LA POBREZA DEL PUEBLO”: AMLO PLANTEA NUEVOS PASOS EN LA ORGANIZACIÓN DEL MOVIMIENTO PARA LA TRANSFORMACIÓN DE MÉXICO


Discurso del presidente legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador, durante la asamblea informativa del Movimiento Nacional en Defensa de la Economía Popular, en el Zócalo de la Ciudad de México el 22 de marzo de 2009


Amigas y amigos:


Antes que nada, una vez más, mi agradecimiento de todo corazón a ustedes, mujeres y hombres libres y dignos de nuestro país. Muchas gracias por su respaldo y presencia en esta asamblea informativa. Que vivan todos ustedes. Gracias a ustedes, mujeres y hombres conscientes y activos, hemos podido mantener encendida la llama de la esperanza. Por eso hoy, para millones de mexicanos, este movimiento es como la lucecita que indica que podemos salir del túnel en que nos encontramos.


Desde el principio, en esta plaza histórica se definieron con claridad los objetivos y la estrategia que debíamos aplicar para lograr el triunfo de nuestra causa. Hemos seguido al pie de la letra los lineamientos de defender al pueblo y al patrimonio nacional y, al mismo tiempo, trabajar desde abajo en la organización indispensable para la transformación de la vida pública de México.


El año pasado, le dimos toda la importancia a la defensa del petróleo. Está a la vista lo que se logró y lo que ha quedado pendiente. Es un hecho que con el apoyo de los ciudadanos, de técnicos e intelectuales, de legisladores de los tres partidos del Frente Amplio Progresista, pero sobre todo, con la participación entusiasta y decidida de hombres y mujeres brigadistas, se pudo frenar el intento original de la derecha —entiéndase de los potentados, de Calderón y de las cúpulas del PRI y del PAN— de legalizar la privatización del petróleo.


Pero estamos conscientes y lo señalamos el 18 de marzo pasado, que esta lucha aún no termina. El petróleo es una gran tentación y es mucha la codicia y el acecho de las minorías rapaces. Por eso hemos renovado el compromiso de seguir adelante, para cumplir tres propósitos fundamentales: evitar que se otorguen concesiones a empresas petroleras nacionales o extranjeras para explorar y explotar nuestro petróleo en áreas exclusivas del territorio nacional; combatir la gran corrupción que existe en Pemex y en la Comisión Federal de Electricidad; y lograr que el petróleo deje de exportarse como materia prima y sea utilizado internamente para la elaboración de gasolinas, diesel y productos petroquímicos y para generar empleos e impulsar la industrialización del país.


Asimismo, como lo decidimos desde finales del año pasado y se reafirmó en la asamblea del 25 de enero, ahora estamos ocupados y hemos orientado la fuerza de nuestro movimiento para proteger al pueblo ante el agravamiento de la crisis económica. De acuerdo con lo planeado, del 25 de enero —que tuvimos la anterior asamblea— a la fecha, se llevaron a cabo movilizaciones y actos de protesta para exigir la reducción en el precio de las gasolinas, del diesel, de la luz y del gas, así como para denunciar las altas tarifas de energía eléctrica y los elevados cobros de intereses y comisiones en tarjetas y en préstamos hipotecarios.


En este marco, fue muy importante la propuesta que presentamos en la Cámara de Diputados para eliminar el gasto superfluo del gobierno, acabar con los privilegios, disminuir los sueldos de los altos funcionarios públicos y orientar esos recursos a las actividades productivas, a proteger el empleo y al bienestar de la población.


Seguimos insistiendo en que con un plan de austeridad republicana se pueden ahorrar hasta 200 mil millones de pesos, y destinar esos fondos a los productores del campo, al otorgamiento de créditos a la palabra y sin intereses a las pequeñas y medianas empresas y comercios, para apuntalar la actividad productiva y detener la mortandad de negocios y el desempleo que está causando la crisis. Ese dinero también alcanzaría para apoyar a desempleados, madres solteras, estudiantes, personas con discapacidad y adultos mayores, así como para hacer realidad el derecho constitucional a la salud y garantizar la atención médica y medicamentos gratuitos a quienes no cuentan con seguridad social.


De igual manera, estamos demandando que se derogue el Impuesto Empresarial de Tasa Única (IETU) y que se protejan los fondos de pensiones de los trabajadores que están resultando afectados porque han sido privatizados y colocados, de manera irresponsable, en las bolsas de valores.


Como es público y notorio, mientras nosotros estamos exigiendo que se utilicen todos los instrumentos del Estado y los recursos públicos para atemperar los efectos de la crisis económica, el gobierno usurpador está apostando a la simulación y al engaño. Calderón se ha dedicado a repetir, con fines mediáticos, que está en marcha un plan para reactivar la economía y proteger el empleo, pero lo cierto es que no han hecho absolutamente nada. O mejor dicho, están actuando como siempre, atendiendo en exclusiva a banqueros, especuladores financieros y grandes empresarios.


Basta señalar, como lo afirmó hace un momento Ricardo Monreal, que en vez de ayudar a las pequeñas y medianas empresas, han destinado más de 100 mil millones de pesos del presupuesto para rescatar a quienes contribuyeron en el fraude electoral de 2006. Sin embargo, no nos daremos por vencidos. Vamos a seguir insistiendo hasta que el presupuesto público, que es dinero del pueblo, se destine a las actividades productivas, a la generación de empleos, a reactivar el campo y al bienestar de la población.


Aquí aprovecho para sostener que nunca será en vano nuestra lucha, lo que ustedes están haciendo aquí, todo el trabajo que llevan a cabo a favor de este movimiento. No es en vano. Si no existiera este movimiento, estaría peor la situación económica y social en nuestro país. Por ejemplo, sin la resistencia civil pacífica, a estas alturas ya hubiesen entregado la industria petrolera a particulares nacionales y extranjeros, ya hubiesen hasta hipotecado el Palacio Nacional estos bandidos. Este es un movimiento que frena las ambiciones de las minorías. Por eso que nadie esté pensando que todo el esfuerzo y sacrificio no sirven para nada, que son en vano.


No olvidemos que se detuvo la privatización en la refinación del petróleo y se obligó a Calderón a, cuando menos, hacer el anuncio de que se construiría una refinería con recursos públicos. Acuérdense que decía que se necesitaba la inversión extranjera, porque no había dinero en nuestro país. Al final apareció el dinero y ahora, cuando menos, está el anuncio de que se va a construir una refinería.


Y aquí vuelvo a decir: Si no nos hubiesen robado la Presidencia de la República, ya estarían terminadas las tres refinerías que hacen falta para dejar de comprar la gasolina en el extranjero. ¿Por qué lo subrayo? Para puntualizar en el gran daño que causaron con el fraude electoral.


También ayuda mucho lo que han hecho algunas autoridades surgidas de nuestro movimiento. Éstos son logros para insistir que no es en vano lo que hacemos; tal es el caso del gobierno del Distrito Federal, que ha actuado de manera consecuente y ha dado el ejemplo a nivel nacional, al mantener los programas sociales, al no aumentar el precio del metro, al otorgar becas a todos los estudiantes de las preparatorias públicas y al decidir, recientemente, que se ampliará la atención médica y los medicamentos gratuitos a toda la población y que se instalarán 300 comedores o cocinas para evitar que haya hambre en esta gran ciudad.


Lo mismo debe decirse de legisladores, diputados y senadores, del Frente Amplio Progresista, que han lograron más recursos para la universidades públicas, aunque todavía no sean suficientes, así como la aprobación de una partida en el presupuesto público federal para entregar 500 pesos mensuales a todos los adultos mayores del país que viven en poblaciones de menos de 30 mil habitantes. En este caso, vamos a seguir exigiendo que el apoyo a los adultos mayores sea, cuando menos, como en el Distrito Federal, donde la pensión alimentaria es de 820 pesos mensuales y se entrega de manera universal, es decir, a todos.


Incluso, por nuestra lucha, la de ustedes, mujeres y hombres, por nuestra perseverancia, por nuestra terquedad, está por aprobarse en el Congreso una ley de salarios máximos para los altos funcionarios públicos. Es decir, no ha sido inútil nuestra denuncia sobre la inmoralidad que significa asignar sueldos en los tres poderes de gobierno de hasta de 600 mil pesos mensuales. Desde luego, dicha iniciativa no comprende todo lo que nosotros demandamos, porque a manera de concesión, entre otras cosas, los legisladores quieren que se aplique esta norma hasta el año próximo. Sin embargo, de aprobarse, los sueldos de los ministros de la Corte, diputados, senadores, gobernadores y otros altos funcionarios públicos, se reducirían a cerca de la mitad.


Por cierto, les propongo que hagamos una asamblea frente a la Cámara de Diputados, para exigir que este proyecto de ley pase al pleno de inmediato y se someta a votación, como ya se hizo en la comisión legislativa correspondiente, ¿Cómo ven si vamos el miércoles próximo a las 5 de la tarde?


Ahora bien, la defensa de la economía popular no se limita únicamente a presionar al gobierno usurpador y a la llamada clase política para que actúen con responsabilidad. También depende en mucho de lo que podamos hacer nosotros de manera directa para proteger a nuestro pueblo. En este sentido, ha sido un acierto la creación de las Casas del Movimiento que tienen el objetivo de auxiliar a consumidores ante los cobros excesivos de luz, agua, predial, tarjetas crédito y préstamos bancarios. Como aquí se ha informado, ya están funcionando y dando servicio a la gente 16 casas en cada una de las delegaciones del Distrito Federal y hay 34 casas en los estados de la República.


Les informo que desde el martes 31 de marzo iniciaré un nuevo recorrido por todo el país para fortalecer el Movimiento en defensa de la economía popular. Voy a empezar visitando las 16 delegaciones de la capital del país y, para finales de abril, vamos a tener en operación Casas del Movimiento en todas las regiones de México.


Amigas y amigos:


En la estrategia que definimos desde el principio y que estamos aplicando de manera metódica, partimos, como ustedes seguramente recuerdan, de que había que equilibrar la defensa del pueblo y del patrimonio nacional con la tarea de ir construyendo la organización necesaria para la transformación de la vida pública de México.


En el marco de esta estrategia, desde enero de 2007, iniciamos una gira por todos los municipios del país. Hoy les informo con satisfacción que el pasado 9 de marzo, en Tamazula, Durango, donde nació el primer presidente de México, Guadalupe Victoria, terminamos el recorrido por los 2 mil 38 municipios de régimen de partido que existen en el país. Ahora sólo nos faltan los 418 municipios indígenas de usos y costumbres del estado de Oaxaca, que visitaremos en el último cuatrimestre de este año. Voy a irme a vivir un tiempo a ese gran estado de Oaxaca.


Durante 430 días transitamos por 148 mil 173 kilómetros de caminos pavimentados y de terracería para llegar a los pueblos más apartados de México. Durante este tiempo, de jueves a domingo, desde las 10 de la mañana hasta el anochecer, llevamos a cabo asambleas informativas en las plazas públicas de los municipios. Además de conocer desde abajo, con mayor detalle, la situación económica y política del país y de recoger en un genuino diálogo circular los sentimientos de la gente, esta gira nos permitió ir sumando voluntades, ir sumando a muchos ciudadanos interesados en participar en la causa que enarbolamos y defendemos.


Hoy contamos con dos millones doscientos mil representantes del Gobierno Legítimo y tenemos presencia en todo el territorio nacional. Asimismo, les informo que ayer se celebró una histórica convención con los integrantes de los comités municipales del gobierno legítimo. Se trata de una estructura de 12 mil cuadros dirigentes que tendrán la misión de impulsar, desde abajo y con el pueblo, la transformación del país.


Como ustedes saben, la palabra clave para renovar la vida pública de México es organización. Nos robaron la Presidencia de la República, porque en efecto es una mafia que no quiere ningún cambio en beneficio del pueblo, pero también nos robaron la Presidencia porque se valieron de que nos faltaba organización. Ya aprendimos esa lección, ahora nos estamos preparando con tiempo.


Estos comités tienen la facultad y la responsabilidad de llevar a cabo cuatro tareas básicas: ampliar y consolidar la organización del pueblo; hacer valer la democracia; defender la economía popular y crear una red nacional de información y difusión.


A partir de esta célula básica y respetando el procedimiento que recomienden los dirigentes de estos comités, el siguiente paso será constituir, de manera ordenada, los comités en todos los barrios, colonias y comunidades del país. Una de las tareas de estos comités será convencer e inscribir a más ciudadanos. La meta es que en tres años lleguemos a 15 millones de representantes del gobierno legítimo.


Como todos sabemos, nuestro movimiento tiene que salir adelante, como hasta ahora se ha logrado, a pesar de que la oligarquía es dueña o controla los principales medios de comunicación. No olvidemos que así es como domina esta mafia, administrando la ignorancia en el país, decidiendo qué informan y qué no informan, a quién apoyan y a quién, por consigna, deben destruir.


Por eso, tenemos que desatar el ingenio y la imaginación para romper el cerco informativo y contrarrestar la guerra sucia.


La idea que tenemos es que, cuando menos una vez a la semana se emita un boletín informativo sobre la situación política, económica, social y cultural del país. Asimismo, se está considerando que exista una comunicación de ida y vuelta; es decir, que también cada comité informe periódicamente sobre los asuntos que se consideren más relevantes en cada municipio.


Considero pertinente aclarar, amigas y amigos, que la construcción de esta estructura de cuadros a nivel nacional no estará al servicio de intereses personales o de grupos. Ante la corrupción y la decadencia que caracteriza a la llamada clase política, estamos creando algo verdaderamente nuevo.


Los integrantes de los comités se han comprometido a guiarse por valores más elevados que sus propias aspiraciones personales. O para decirlo con mayor claridad: en esta organización no tendrá cabida la politiquería, la corrupción, el servilismo, el clientelismo, el reparto de despensas para obtener votos, el traficar con la pobreza del pueblo que es indigno. No tendrá cabida el nepotismo, el influyentismo, el arribismo, la simulación, el sectarismo, ninguna de esas lacras de la política.


Para estos dirigentes, la política no será mera búsqueda de cargos sin compromisos con la gente, no será afán de lucro ni oportunismo, porque la política es moralidad, convicción, congruencia y, sobre todo, humanismo, es decir, acción en beneficio de los demás.


Aquí también aclaro que esta estructura de cuadros dirigentes no se está construyendo para impulsar mi candidatura a la Presidencia en el 2012. Este asunto lo resolveremos en su momento y dependerá, en mucho, de quien esté mejor posicionado para ese entonces. Y reitero: no soy cacique ni aspiro a serlo. Siempre actuaré con dignidad y seré congruente con mis ideales y principios, que es lo que estimo más importante en mi vida.


Que quede claro. Que se oiga bien, que se oiga fuerte y que se oiga lejos: esta organización tiene como objetivo principal llevar a cabo los cambios que necesita el país y construir una nueva República más digna, más justa y más igualitaria.


También aprovecho para expresar mi opinión acerca de las elecciones federales de julio de este año. Considero que a pesar de las discrepancias, obstáculos y dificultades, nuestro movimiento debe participar en las elecciones constitucionales. Nosotros hemos optado por lograr la transformación del país en forma pacífica y por la vía electoral. Hemos decidido que podemos cambiar a México de manera pacífica y por la vía electoral.


Ya sabemos que no es fácil, lo hemos padecido en carne propia; incluso, algunos compañeros legítimamente sostienen que así no se va a poder, que los potentados no van a dejar nunca sus privilegios. Sin embargo, nosotros creemos que sí se puede, que es cosa de organizarnos mejor, que aunque los dados estén cargados o las cartas estén marcadas, con la participación consciente y decidida del pueblo, más temprano que tarde, vamos a triunfar.


De modo que, aunque las elecciones federales de 2009 no son definitorias, sí debemos apoyar a candidatos que puedan convertirse en verdaderos representantes del pueblo y ayudar desde la Cámara de Diputados en la construcción de una nueva República.


En consecuencia, de manera respetuosa, sugiero, aunque somos libres, si hay algo que caracteriza a este movimiento es que está integrado por mujeres y hombres libres, pero desde mi particular punto de vista, tenemos que llamar a votar por los partidos del Frente Amplio Progresista y, obviamente, no otorgar ni un voto al PRI, ni un voto al PAN. Nada que beneficie a estos partidos de la oligarquía, de los opresores y de los verdugos del pueblo.


Asimismo, dado que no se logró una alianza electoral entre los tres partidos del Frente Amplio Progresista, considero que ustedes deberán reflexionar, deliberar y decidir, como mujeres y hombres libres y conscientes que son, si apoyan a los candidatos del PRD o a los de la Coalición Salvemos a México, tomando en cuenta a quién se postule, las características propias de cada municipio, distrito o estado y, sobre todo, pensando en lo que más convenga al movimiento para la transformación nacional.


Por lo que a mí respecta, he decidido apoyar, a título personal, a los tres partidos, pero lo haré de manera diferenciada. Hasta el momento he definido, por ejemplo, ayudar en Chiapas, Oaxaca y Veracruz, a los candidatos de la Coalición Salvemos a México; y en Tabasco y en el Distrito Federal a los del PRD.


Mi respaldo al PT y a Convergencia se debe a que estos partidos no sólo formaron parte en el 2006 de la Coalición por el Bien de Todos, sino que después del fraude han actuado de manera solidaria con nuestro movimiento. Y precisamente por eso, como venganza, como represalia, existe la intención de los mafiosos, de nuestros adversarios, de impedirles que alcancen una votación suficiente para sostener sus registros como partidos políticos. Y eso no lo vamos a permitir.


Amigas y amigos:


Como lo sostuve el día de ayer, el periodo decadente que estamos viviendo ha sido causado por un puñado de potentados y políticos corruptos que, con prácticas mafiosas, se fue apoderando del gobierno, de los bienes de la nación y del presupuesto público, se fueron apoderando de todo. Este grupo, y esto hay que entenderlo bien, surgió a partir de que Carlos Salinas decidió entregar los bancos y las empresas públicas a sus allegados.


Y, con el paso del tiempo, estos personajes no sólo siguieron multiplicando sus riquezas, mediante el influyentismo, sino que también se fueron asociando y adquiriendo poder político hasta convertirse en una oligarquía que está colocada por encima de las instituciones y de las autoridades legalmente constituidas. Para que no nos estemos confundiendo, es un grupo el que realmente manda y decide en el país, como en el Porfiriato, y a lo mejor peor, porque en ese entonces eran 300 los que se sentían amos y señores de México. Ahora son alrededor de 20 o 30. Por eso tenemos que tener mucha claridad a qué es a lo que nos enfrentamos.


El saldo de esta política de pillaje llamada neoliberal ha sido devastador para nuestro país. México hoy es un país en ruinas, cuyo extraordinario pueblo, un pueblo bueno, noble y trabajador, ha sido condenado a la sobrevivencia o al destierro. Ya no hay movilidad social y ahora para salir adelante sólo han dejado el camino de la migración. Millones de familias están padeciendo por falta de empleo o porque sus ingresos no les alcanzan ni siquiera para lo más indispensable.


A los jóvenes se les ha cancelado el futuro, pues son rechazados en las universidades públicas y no tienen para pagar las cuotas de las universidades privadas. Muchos mexicanos viven hacinados, enfermos y sin seguridad social. Las colonias exclusivas donde viven los potentados, los centros turísticos, las plazas comerciales y un corto etcétera, no son más que islotes en un océano de marginación, de abandono y de pobreza.


También debe decirse, y estar conscientes de ello, que los pocos que se han apoderado de todo son los principales responsables de la inseguridad y de la violencia que se padece en el país. La descomposición social de nuestro tiempo es el fruto podrido de la política antipopular y entreguista que se ha venido imponiendo. Nada bueno podría esperarse luego de que el dinero sustituyó al poder social, después de que lo privado anuló a lo público y cuando el gobierno dejó de atender al pueblo y se convirtió de lleno en un comité al servicio de una minoría.


Ante esta realidad, y esto también lo tenemos que tener muy claro, no nos queda más que enfrentar a la oligarquía, en el terreno político, para devolverle el poder al pueblo y llevar a la práctica nuestro proyecto alternativo de nación, que consiste precisamente en rescatar democráticamente al Estado; cambiar el modelo económico; moralizar al gobierno y crear una nueva corriente de pensamiento.


Esto último es muy importante, porque no sólo luchamos para mejorar en lo económico, en lo social y en lo político, es fundamental fortalecer nuestros valores culturales, morales y espirituales. Ante el modelo que ha venido predominando, en donde sólo vale el que tiene, nosotros tenemos que reafirmar un pensamiento nuevo, en donde la mujer y el hombre valgan por su trabajo, por su integridad, por su honestidad y, sobre todo, por su generosidad.


A manera de síntesis, sostengo que no se podrá frenar la degradación que se padece actualmente en el país y darle bienestar al pueblo y prosperidad a México si no llevamos a cabo una verdadera transformación en todos los órdenes de la vida pública. También creo que los cambios tendrán que darse de abajo hacia arriba, a partir de una revolución de las conciencias, de un cambio de mentalidad, que afortunadamente ya comenzó, y también con la organización y la más amplia participación de la gente. Y estoy convencido que sólo con cuadros dirigentes con mística, inspirados en ideales y principios, y con un profundo y auténtico amor al pueblo, podremos lograr el renacimiento de nuestra patria.


Amigas y amigos:


No desmayemos, muchos mexicanos creen en nosotros y nos necesitan. Sigamos haciendo historia.


¡Viva el Movimiento en Defensa de la economía popular! ¡Viva México! ¡Viva México! ¡Viva México!


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